EN LOS OJOS DE LA IMAGINACIÓN
Me tragué la noche entera
sin apenas darme cuenta de la luna y su lunar
y llenando la caldera
con el viento y con la arena
me acosté sobre la lengua
a puntito de cantar.
En los ojos de la imaginación
la tormenta se viste de gala
y me da las gracias... El anochecer.
Y en las tripas de mi habitación
palpitan los sables que rozan tu piel.
Las hogueras me abanican
cuando tu sonrisa brinda
con copitas de champán.
Que la lava y los volcanes
se congelen si no sales
a buscar mi caminar.